Alrededor de 25 autos ya están trabajando con el sistema de traslado de pasajeros y de mercadería Uber en Tucumán. Es cuestión de descargarse la aplicación, marcar un recorrido y esperar el móvil, aunque no hay autos disponibles todo el tiempo. El servicio ya generó, como en Buenos Aires hace algunos años, una fuerte resistencia de propietarios y choferes de taxis porque se les suma una competencia más por fuera de las regulaciones municipales.
“Mirá, entiendo la bronca de los taxistas, pero esto funciona por un vacío legal. Además se espantan con nosotros pero hace décadas que hay montones de remiseros truchos y de autos rurales que funcionan sin regulación y nadie se preocupa”, comentó Mauro, 28 años, quien no quiere dar su apellido pero trasladó a un cronista de LA GACETA. “Entiendo que algún usuario piense que puede ser peligroso porque no hay un número de licencia como en un taxi, pero está mi nombre y mi apellido en la aplicación. Si alguien comete un delito en un Uber, es muy fácil denunciar. Cuando subís a un taxi a veces por más que anotes la licencia termina manejando otro”, comentó.
Víctor Mascaró, titular de la Dirección Sutrappa de la Municipalidad, había aclarado que el único servicio para trasladar pasajeros en autos son los taxis, por lo que cualquier otro servicio es ilegal.
¿Por qué optó por manejar un Uber?, se le consultó: “trabajo en un comercio por la mañana en negro. No me alcanza. Tengo un auto y así me gano unos pesos más por las tardes. Comprar una licencia de taxi es imposible y alquilar un taxi para manejar como peón es carísimo. Me pedían $ 1.200 por día por un auto que tiene cinco años. Esto me conviene más. Y si me para un control de Sutrappa es cuestión de viajar con el pasajero adelante, como si fuéramos parientes”, resumió. Explicó que alrededor de 25 autos brindan servicio como él y que la tarifa es definida por la aplicación. En algunas ocasiones, dependiendo de la demanda, puede ser más barato que la tarifa de taxi: $ 30 la bajada de bandera y $ 3 la “ficha” cada 100 metros.
Entre los usuarios, un punto destacado es el pago electrónico: “conozco Uber de usarlo en Buenos Aires. El martes me pedí uno para ir desde mi casa, en barrio El Bosque, al centro. El auto estaba impecable, había alcohol en gel en el asiento de atrás. Podés mandar la ubicación a un contacto desde la misma aplicación. Pagué $ 95 y además se puede pagar de manera digital. Hay algunos taxis que tienen Mercado Pago pero te cobran un extra del 15% por los supuestos costos del servicio. Lo volvería a usar al Uber”, contó Soledad, que también evitó brindar su apellido.